UNA DECORACIÓN FUERA DE ESTE MUNDO
En algunas ocasiones, dependiendo del lugar donde nos encontremos y siempre que las condiciones lo permitan, al mirar el cielo nocturno, podremos observar una gran mancha blanca y brumosa, como si fuera un río plateado de estrellas. Se trata nada más ni nada menos que de la Vía láctea, una galaxia en forma de espiral, donde se encuentran el sistema solar y a su vez la tierra. Esta galaxia toma su nombre de un antiguo mito griego que posteriormente fue adoptado por los Romanos.
El mito cuenta que, Hermes, mensajero de los dioses, llevó un día al bebé Hércules hasta Hera, esposa de Zeus, para ser amamantado por ella y así otorgarle la inmortalidad. Esto sucedía mientras Hera dormía, de repente, la diosa se despertó y empujó al bebé. Las gotas de la leche que salpicaron crearon la Vía láctea.
No obstante, a pesar de que el mito griego ha sido el más difundido e inclusive hoy el nombre de la Vía láctea puede atribuirse a él por la connotación de leche derramada, existen alrededor del mundo múltiples mitos y leyendas imaginados por distintos pueblos que buscaban explicar el origen de esa figura celeste misteriosa. Por ejemplo, el pueblo khoisan del desierto de Kalahari en el sur de África cuenta que hace mucho tiempo no había estrellas y que la noche era negra. Una niña, que estaba sola y quería salir a visitar a otras personas, arrojó las brasas de un fuego al cielo para poder ver el camino y creó la Vía Láctea. Por su parte, un antiguo pueblo de Mesopotamia cuenta que la Vía láctea se creó a partir de la cola cortada de Tiamat, una dragona de agua salada, colocada en el cielo por Marduk.
Es innegable el interés y la curiosidad que genera el cielo nocturno en la humanidad, hecho bastante lógico porque ese cielo ha estado ahí acompañando al hombre desde sus orígenes.
Muchos, han encontrado en el cielo respuestas a problemas prácticos que han dado lugar a ciencias como la astronomía, la cartografía, la geometría, y muchos otros han sabido leer el mapa celestial para dejarse guiar por las estrellas al navegar aguas desconocidas en busca de nuevas aventuras e historias.
En este punto, no es de extrañar que sientas el llamado por querer aprender más sobre las galaxias y el espacio, o posiblemente ya seas un seguidor ferviente de los fenómenos estelares. Cualquiera que sea el caso, lo que necesitas para estar más cerca de las estrellas es la decoración adecuada.
Afortunadamente podemos ayudarte con eso y la buena noticia es que existen casi tantos recubrimientos de pared con motivos espaciales, como galaxias, y podrás encoger entre esa variedad el paisaje cósmico que prefieras. Algunas buenas ideas pueden ser, un papel tapiz con la figura de un astronauta y la luna de fondo, o un papel tapiz con la imagen saturno y sus anillos, o marte el planeta rojo, o una gran nebulosa, o una carta celeste con las constelaciones. Lo importante es ser creativos y combinar los colores adecuadamente. Estamos seguros de que harás una excelente elección.
Una vez tu cuarto cuente con la decoración correcta, la pintura, las lámparas y el mobiliario que lo complementen, sólo quedará que subas al transbordador de tu cama para viajar en tus sueños por destinos nunca vistos, navegando las blancas aguas de la Vía láctea.